Un alcornoque , uno de los árboles más antiguos de extremadura se parte en dos
La seca acaba con el alcornoque de la dehesa boyal de Jaraíz de la Vera, considerado como un ejemplar singular
La enfermedad que provoca el decaimiento y la muerte de las encinas y alcornoques, la seca, ha tirado por el suelo al alcornoque más vetusto de la dehesa boyal de Jaraíz de la Vera. El ejemplar centenario ha quedado partido en dos. Era uno de los árboles singulares de Extremadura, que no ha podido resistir la batalla a la que estaba sometido por este agente patógeno que trae en jaque a los árboles más representativos y centenarios de Extremadura.
Ha perdido una batalla, y por cómo ha quedado tras el fragor de la misma, también todo apunta a que perderá la guerra de la subsistencia. La mitad de lo que queda de este robusto ejemplar está seco y la otra aguantando las duras condiciones en las que se encuentra, en medio de un paraje de gran belleza, el de las Mesas, junto a la charca Tortabrebas y el camino que conduce al sito de la encina milagrosa, lugar en el que los jaraiceños celebran la romería de su patrona en el mes de abril.
Lamentablemente, en 2007 este paraje ya sufrió importantes pérdidas en un incendio en el que desaparecieron varios alcornoques y encinas,de los más de casi dos mil catalogados que tiene. Alguno de ellos era aún más antiguo que el ahora abatido por la seca. Como dato positivo, todas las zonas devastadas por las llamas fueron repobladas el pasado año.
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