Punto Bio. Enebro

Es un pequeño arbolillo que alcanza una altura de hasta cinco metros, aunque lo más común es que no supere los dos. Sus hojas son estrechas y largas, de forma punzante y de color azulado, y se disponen enfrentadas o en rueda entorno a las ramas. Respecto a sus frutos, son unas bayas de un centímetro de diámetro que al madurar se vuelven de color azul marino, convirtiéndose en la parte medicinal del enebro, aunque también pueden serlo sus hojas que poseen propiedades medicinales, especialmente diuréticas y antirreumáticas. Además, las bayas se utilizan en la cocina para hacer adobos y macerar alimentos, y para elaborar salsas con las que acompañar a platos de cerdo, de caza (codorniz, faisán o venado) o de cordero. Pero por lo que el enebro es más conocido es por ser el ingrediente principal de la ginebra, bebida a la que da sabor y aroma. Se cree que los monjes holandeses crearon la ginebra a principios del siglo XII para combatir la peste bubónica, y en el siglo XVI fue conocida por los ingleses, que la llevaron con ellos de vuelta a Inglaterra.

Sus propiedades son también balsámicas, expectorantes, sudoríficas y antisépticas de las vías respiratorias, y estimulan los jugos gástricos y las glándulas endocrinas. Puede resultar útil a los diabéticos ya que posee propiedades como hipoglucemiante, y es altamente antiséptico, por lo que se ha usado para desinfectar heridas y llagas. En la Edad Media el enebro era usado por las brujas en sus hechizos, a la vez que se creía eficaz para ahuyentar a los malos espíritus.