En este tipo de trabajos es muy importante la pericia del operario. Una mala actuación podría suponer un riesgo para la integridad del trabajador y sus compañeros. Además se pueden ocasionar heridas y daños innecesarios al arbolado, favoreciendo la aparición de plagas y enfermedades.

Al aproximarse el invierno se produce un gradual descenso de la temperatura. Por lo que los árboles comienzan a paralizar sus funciones vitales, disminuyendo la producción de resina.

Los ingenieros son los encargados de planificar, proyectar y dirigir los aprovechamientos y recursos del monte con el objetivo de realizar un uso múltiple e integrado de los servicios del monte. Se busca compatibilizar la conservación del ecosistema, con la obtención de materias primas o el turismo recreativo.

Es necesario conocer la flora, la fauna, los distintos usos que se pretende dar al monte o el tipo de aprovechamiento. Pero además es fundamental tener en cuenta factores como la climatología, geología, el ámbito socioeconómico de la zona o la cultura de las poblaciones aledañas. Y así realizar una planificación completa.

La industria de la resina ofrece una amplia variedad de puestos de trabajo. Desde su gestión y extracción en los pinares hasta su transformación en productos cotidianos. Además la resina presenta multitud de aplicaciones que con el desarrollo de la tecnología se prevé que constituya un sector de gran crecimiento.

Su labor es fundamental, pues son los encargados de otorgar valor al monte. Se trata de una cadena en la que si se produce un fallo en cualquier eslabón el valor final del producto se verá mermado. Una reducción del beneficio final puede poner en riesgo la rentabilidad del proyecto y que se convierta en un monte abandonado.