Los árboles de los bosques europeos presentan una amplia biodiversidad

Investigadores apoyados por la Unión Europea han descubierto que los árboles de una misma especie pueden realizar numerosas actividades distintas en su ecosistema, de lo que se desprende que existe biodiversidad tanto entre especies como dentro de una misma especie.

Descubrir los mecanismos por los que se rigen los ecosistemas forestales resulta determinante para predecir su posible respuesta al cambio climático y elaborar planes de gestión de los bosques. Ello supone también una de las claves para alcanzar el objetivo marcado en el «Plan de acción de la Unión Europea en defensa de los bosques» consistente en mantener y potenciar la biodiversidad, la captación de carbono y la salud y resistencia de los ecosistemas forestales.

CORDIS

El proyecto DIVERFOR, financiado con fondos europeos, se ha centrado en aquellos bosques europeos a los que se atribuye una gama relativamente reducida de especies distintas si se comparan con las regiones forestales de otras zonas del mundo.

El proyecto ha descubierto que los árboles de una misma especie pueden poseer niveles elevados de «biodiversidad funcional», es decir, cumplir una gama diversa de actividades dentro del ecosistema, como por ejemplo mediar en el ciclo de los nutrientes, la regulación del clima, la producción de madera, la protección frente a la erosión y las actividades lúdicas.

Medición de las características de los árboles

El equipo al cargo de DIVERFOR evaluó esta diversidad midiendo las características, o rasgos funcionales, como la dureza de las hojas, la cual guarda relación con la resistencia frente a los herbívoros. Examinó también el patrón de ramificación de los árboles, que tiene que ver con su manera de colonizar el espacio y competir con otros árboles. Otros rasgos medidos fueron la concentración de nitrógeno en cada hoja (rasgo asociado a la tasa del ciclo de nutrientes de un bosque) y el periodo de floración de los árboles (vinculado a su probabilidad de reproducirse).

«Nuestro proyecto ha mostrado que las diferencias en ciertas características entre árboles concretos de una misma especie pueden tener tanta relevancia como las diferencias existentes entre especies arbóreas distintas en los bosques europeos. Esto se aprecia sobre todo en las especies de árboles dominantes», informó Raquel Benavides, investigadora del proyecto DIVERFOR.

«DIVERFOR también ha sacado a relucir que los árboles son capaces de adaptar sus características al entorno que les rodea. Ello incluye ajustarse a factores bióticos como la cantidad de especies arbóreas diferentes y también a factores abióticos como la luz, los nutrientes del suelo, el agua y el clima», añadió Benavides.

Ambos hallazgos son significativos puesto que las «comunidades de árboles» que presentan grados mayores de biodiversidad incluso dentro de una misma especie son, previsiblemente, más estables y poseen mayor resistencia ante el cambio climático. «Este puede ser un buen motivo para conservar parcelas de bosques que presenten un número elevado de especies estando enclavadas en zonas que posean un número menor de especies. Por ejemplo, es importante mantener una zona dominada por pinos en Finlandia y un pinar en España, y también las zonas donde el pino se encuentre mezclado con otras especies», adujo Benavides.

Tres tipos de bosque

DIVERFOR investigó en tres bosques europeos diferentes: un bosque boreal en Finlandia, un bosque templado en los Cárpatos de Rumanía y un bosque mediterráneo de España. En estos bosques, los investigadores se centraron en parcelas donde había una especie dominante de árbol, parcelas donde había dos especies dominantes y parcelas donde había tres o cuatro especies dominantes. En total, DIVERFOR estudió cuatro mil árboles y recogió más de quince mil hojas. Una de las mayores dificultades para el equipo del proyecto fue la recogida de hojas de árboles cuya altura alcanzaba incluso los treinta metros, para lo cual hubo que recurrir a escaladores, cazadores o pinzas telescópicas.

El lago Jack London, rodeado de taiga, en la región de Kolymá, Rusia. De Bartosh Dmytro, Ukraine, Kiev. http://fotostudio.com.ua - Trabajo propio, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9761882

El lago Jack London, rodeado de taiga, en la región de Kolymá, Rusia.
De Bartosh Dmytro, Ukraine, Kiev. http://fotostudio.com.ua – Trabajo propio, CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=9761882

Formalmente, el proyecto finalizó en mayo de 2016, pero Benavides asegura que están decididos a continuar la investigación sobre la biodiversidad dentro de la misma especie arbórea a fin de conocer con mayor detalle de qué manera las especies forestales y los ecosistemas se adaptan a los cambios en curso en el entorno.

Para más información, consulte:
Página del proyecto en CORDIS

 

Fuente: Basado en una entrevista a una investigadora del proyecto CORDIS
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